viernes, 15 de junio de 2012

AMOR ASESINADO.

Todo era perfecto. Éramos el y yo. Sin nadie alrededor. En nuestro mundo. Entre besos y caricias nos perdíamos en un mundo lleno de sueños. Nuestra felicidades cada día augmentaba. Juntos nos sentíamos los amos del mundo. Consquistñabamos todo. Sus labios rozaban los míos y viceversa. El era mi sueño hecho realidad. La gente nos miraba. ¿Y que? Somos felices. Nada ni nadie lo podrá cambiar, o eso espero. Lo sabíamos todo. Cada cicatriz. Cada vello. Todo. POco a poco nos fundimos entre las flores. Sentía como su mano pasaba por mi pierna, mientras sus labios me besaban. Me desabrochó el botón del pantaón y empezó a cariciar mi barriga. Sentrí frío, calor. ¿M estaba excitando? Quien sabe. Él era el chico que toda adolescente podía desear. Era único. Un príncipe azul. El niño de los suelos de cualquiera. El acotr que deseaban. El era lo mejor de esta vida. Lo mejor de mi mundo.... hasta que el destino me lo arrebató.





California 2012, 18:00

Eran las seis de la tarde. El iba con su moto, por el puente de California. Pensaba que volvería a ver a su amor. Estaba feliz. Pero el chico no se imaginaba que una desgracia le iba suceder en ese momento.
Los coches circulaban a gran velocidad. Algún que otro no podía controlar el volante y el coche se le iba de las manos. Otro iba en dirección contraria. Así que el muchacho tenía que hacer peligrosas maniobras.

Al otro lado de la ciudad, una chica jovencita lo estaba esperando con gran esperanza, con ilusión. Pero ese entusiasmo se le iría para siempre. Por que su amor, no llegaría nunca.

Faltan 4 km para llegar. Impaciente. Desesperación. Iba pensativo, en ese momento sus ojos noe staban en la carretera.Tenía la mirada perdida... imaginando... hasta que un camión se lo llevó por delante. Ya no podía imaginar. Ni soñar. No podía ver. No podía llorar. Su corazón cada vez iba latiendo más lentamente, hasta que se paró.
La gente paraba, y al cabo de poco tiempo, un grupo de interesados formó un círculo.
Unos se asustaban. Otros llamaban la ambulancia. Algunos a los policias. Muchas sirenas, una luz naranja... todo eso pasaba por delante de la chica. Ella estaba nerviosa. Tenía un mal presentimiento.

Paró un taxi y siguió a las coches de policia. Allí encontró mucha gente rodeando una parte determinada. Pasó por en medio, cómo pudo, hasta que llegar al centro de todos.
Ya se empezaban a ver unos ojos llorosos. Silencio en su interior. Todo se paró. Hablaba por sí misma.

"No, no puede estar pasando esto. No te mueras. Te necesito a mi lado, aquí. Por favor vida, no te lo llves. El es mi destiono. No, porque a mí. No me merezco esto. El lo es todo en esta vida. El es mi vida"


Dos, tres, cuatro lágrimas llenaban el suelo formando un gran charco. Ya no volvería a ser feliz. Lo había perdido todo. Ya nada volvería a ser como antes.

De nuevo, regresó y puso los pies al suelo. Vió como la ambulancia se lo llevaba en una camilla. Intentaban reanimarlo. Nda, no respondía. Volvían. Ninguna respuesta. Hasta que pararon porque no daba resultado el electroshock.
"Hora de la muerte, 20:50" decía uno, mientras el otro lo apuntaba.
La pobre muchacha estaba perdida. Ya no tenía nada que hacer en ese mundo de mierda. No tenía con quién pasar el resto de su mísera vida. Ella ya no era nada sin el.

No hay comentarios:

Publicar un comentario