Ya eran aproximadamente las diez en punto, tan solo, faltaban tres minutos, para ver el sueño de mi vida, el chico con el que pasaría el resto de mi vida, o eso creo.
Sudando como una loca, contaba los minutos, los segundos, estaba nerviosa, un minuto, treinta y seis segundos, trece segundos, tres, dos, uno.. y escuché el insoportable timbre. Recogí mi carpesano y mi estuche, lo metí todo en la mochila, sin importarme si se arrugaba algún que otro papel, y salí pitando hacia el patio.
De repente, todo se paró, solamente lo veía a él, su sonrisa, su pelo rubio, sus ojos azules...
Me pasé todo el recreo, observándolo, no podía creer que me estuviera pasando, pero era la realidad, y no la podía cambiar nadie.
Durante las próximas clases, sabía que estaría pensando en él, y sabía que no estaría escuchando al profesor, así que, fingí que tenia dolor de cabeza y ganas de vomitar, y lo más sorprendente, es que me creyeron, y eso que soy una pésima actriz.
Al llegar a casa, encontré a mi hermana, en el sofá durmiendo. Estaba de tan buen humor ese día, que decidí hacerle una broma pesada a mi hermana.
Cogí la película "Scream 4", la puse en la tele, y apreté el botón de "play", y luego me escondí.
Y de pronto se oyeron gritos, mi hermana estaba aterrorizada. Se fue a la cocina, cogió un cuchillo, y empezó a registrar por toda la casa, para ver si había alguien, yo, me estaba muriendo de la risa.
Salí, y me estuve riendo durante un buen rato, pero mi hermana, estaba más bien, para matar a alguien...
-Te has vuelto loca o qué? Me podrías haber matado del susto.
- ja,ja,ja, tampoco ha sido para tanto, sólo era una broma.
- Pues la próxima vez, que se te ocurra hacerme este tipo de bromas, te vas a enterar, enana.
- ¡Cállate foca!
Mi hermana, se volvió a tumbar, y me preguntó, una cosa, que nunca esperé que me preguntara;
- Te veo muy contenta, a quién has conocido, eh "pillina"?
- Que pasa, ¿Que no puedo estar contenta, sin haber conocido a nadie?
- ¿Me tomas por tonta o algo? Créeme, te conozco cómo si te hubiera parido, Stella.
- No me conoces lo suficiente, estoy contenta por que sí.
Me levanté de golpe, y me fui a mi habitación, me tumbé en la cama, y empecé a pensar.
Me dí cuenta, que era yo, quien no conocía a mi hermana, nunca había mostrado su lado positivo, soy un asco de hermana. Y creo que es, ahí, dónde te das cuenta, de que, en la única persona en quién podrás confiar, siempre será tu hermana, y por muy imposible que sea, es la realidad.
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