Bajé las escaleras, y fuí dirección a la cocina. No tenía hambre, pero debía comer algo.
De repente, tocaron el timbre. ¿Quien podia ser? ¿Mis padres?. Iba despeinada, sin calcetines, y una camisa larga, no podía abrir con esas pintas, pero confiando en que seria un amigo, abrí la puerta y.... era Jason.
-Uiui, veo que he llegado en mal momento. Ya vengo otro día.
-No,no, pasa, pasa. ¿Pero que haces tu aquí?
-Pues mira, como hacia tiempo que no venías por mi taxi, te vengo a visitar.
-¿Y cómo has sabido mi dirección?
- Yo lo sé todo. No bueno, me lo apunté el día que traje.
- ¿Has gastado mucha gasolina no?
-Oish, pero que preguntona, y que más da si he gastado o no. Para ti no es importante eso. ¿No me das las gracias por esta magnífica visita, o que?
-No tendría porque, pero gracias, la necesitaba.
-De nada mujer, de nada. A por cierto, ¿desde cuando se invita entrar a alguien, estando medio desnuda?
-¡Ostia¡ Perdón. Ahora vengo. En la cocina tienes comida o lo que quieras.
-No si quieres, no te cambies eh. A mi me gusta.
-Eres un cerdo.
Subí las escaleras, y fuí a por unos "shorts" y un jersei de tirantes. Que despistada. Pero bueno, en parte tenía su lado positivo.
De nuevo, bajé, y me lo encontré, comiendo todo lo que pillaba. Pero será glotón.
-Eh, tu, ¿y si dejas un poco para mí?
-¡Ay! Lo siento.
-Que "glotón" eres eh.
-Si bueno. Por cierto, que sexy ¿no? Y que piernas más largas. Estás buena.
-Descerebrado. ¿A que te hecho de casa ahora mismo?
-No,no, tranquila mujer,no te pongas así.
-En fin, háblame de tí.
-Soy guapo,estoy bueno. Las chicas siempre van detrás mío. Soy un encanto. Lo que toda chica quiere, pero no tiene.
-Y también te diré lo que eres. Un cerdo. Un descerebrado. Un chulito. Y un orgulloso.
-Fiiiiiiiiiiiiu, muchachita, como te las gastas.
-No me llamas muchachita. No me gusta.
-Vale muchachita.
-Vale.. quieres guerra ¿no? Pues allá va.
Le empezé tirar comida, y el a mi. Y así durante una mediohora. No era tan feliz desde hacía tiempo. Todo eran risas. Ahora te pillo. Ahora te abrazo.
-Mmm.. una cosita. ¿Aceptarías salir conmigo este viernes, al cine? O dónde tu quieras...
-Sí. Vamos a la playa, pero.
Y mientras decía eso, salió una lágrima de mis ojos. ¿Por que sería?
- Oye, Helena, ¿estás bien? ¿He dicho o he hecho algo que te molestara?
- No, no tranquilo. Has hecho todo bien hoy. Soy yo.. No quiero ir muy deprisa. Acabo de salir de una relación muy trágica.
- Lo siento. ¿Que pasó? Si quieres contarme. Y si no quieres, lo entiendo.
- No, no.Quiero explicarselo a alguien. No me lo puedo guardar más. Mi ex novio, murió en un accidente de moto. Pero el culpable, se largó y lo dejó tirado en la carretera.
- Lo siento muchísimo. No lo sabía.
- Con el me sentía especial. Me sentía la dueña de todo. El me hacia sentir una princesa. Una reina, en mi castillo. Cuando escuchaba su nombre, o tan solo lo veía, tenía mariposas en la barriga, como el primer dia que lo conocí. El era muy especial. Lo es. Lo amaba mucho. Y lo amo mucho. El era mi principe azul. Era mi vida. El, lo era todo.
- No se que decirte. No podría decirte que lo entiendo. Por que no lo entiendo. No sé que hace en estas situaciones.
Y después de una larga charla, me encontré en sus brazos, abrazada. Tenía unos brazos fuertes. Me rodeaban toda la espalda.
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