martes, 14 de febrero de 2012

Amor, Sufrimiento y Odio (XII)

Las seis y media en punto. Toqué el timbre varias veces, nadie me abría. Cuando estaba a punto de marcharme, alguien me llamó.

- ¡Stella! Espera, no te vayas.
- ¿ Qué quieres?
- ¿Podemos hablar, por favor?
- Mira, Jordan, ya te dije....

Y ¡plas! de repente, me encontré sus labios, rozando los míos.

- ¿ Que te ha parecido?
- Jordan... ah.. tenía que venir a ayudar a tu padre, pero veo que no está.
- Verás Stella... yo te hice venir. No podía soportar estar lejos de ti. Pensaba en ti cada minuto. Cada segundo. Mi corazón estaba vacío, ya nada me importaba. Tu lo eres todo. Sin ti, nada es igual. Tu le das sentido a mi vida. Te echaba de menos. Tus ojos, tus manos, tus abrazos... Lo siento mucho. Me porté como un cerdo. No quiero volver a perderte. ¿ Me perdonas?

- Eres un imbécil, ¿ sabes lo que me has echo sufrir? ¿ sabes cuantas horas he estado llorando por ti? Pensé que no nos hablaríamos más. Que volvería estar triste. Enserio, te odio.

Y justo ahí, cuando le dije " te odio.." lo abracé, no quería ver como se iba otra vez.  Como lo perdía, sin luchar por él.

- Eh, aun llevas la colonia que te regalé.
- Sí.. me la pongo todos los días, así, me acuerdo de ti. Pero veo, que tu te has quitado el brazalete.
- ¿ Que dices? ¿Eres tonto? ¿Cómo quieres que me lo quite? Significa mucho para mí.

En la pulsera, tenía grabado; "ALWAYS".

Cuando llegué a casa, le dí la feliz noticia, de que Jordan y yo habíamos vuelto a papá. Se lo tomó genial. Pero es un plasta.. ya quería ponerle nombres a nuestros hijos, quería saber como será la boda... Que tengo 16 años. Soy demasiado joven. Y además, parecía una vieja cotilla.

Hacía mucho que no iba al cementerio. Tenía ganas, y por supuesto, fui.

Ahí estaba, la lápida de ella. Con sus flores preferidas, claveles. Y ahí estaba yo, sentada, mirando, sin pensar nada. Mi cerebro estaba en blanco. Y de repente, una gota cayó el suelo. Sí, volvía a llorar. Estaba en un cementerio, delante de la lápida de mi hermana, sin saber que pensar. Tendría que haber sido yo la de ahí abajo, y no ella.

- Hola Julia. Como ya debes saber, Jordan y yo hemos vuelto. ¿ Y sabes? Hemos echo las paces con papá, ahora se porta genial conmigo. Te echamos de menos. Ojalá estuvieras aquí para celebrar mi cumpleaños. Echaré de menos tus regalos y tus bromas. Eran de muy mal gusto, pero daría lo que fuera, para que las volvieras hacer. Supongo, que estarás presente el día de la celebración, yo sé que sí. Y dentro de dos días será el tuyo. Aunque no estés, lo celebraremos igual. Sé que estás con el abuelo y la abuela. Dale recuerdos de mi parte. Me tengo que ir ya. Se hace tarde. Te visitaré más pronto, te lo prometo. Te quiero muco, hermana.



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