Amor, Sufrimiento y Odio (IX)

Supongo, que debía haber sido un error para mi padre, para él, yo era un problema. ¿Que se supone que debo hacer en estas ocasiones? ¿Aguantarme, explotar? Que soy un ser humano, joder. Tengo sentimientos, vale, no seré como otros, no seré lista, ni guapa, pero en la vida, dicen,, que de los errores se aprende.

Tengo sueños, como todos, y esperamos que se cumplan. "Si luchas, conseguirás lo que quieras", ¿no es eso cierto? Hay muchas situaciones en la vida, que nos pueden compreter en algo, esta, era mi situación.

- Julia, ¿Que debo hacer? ¿Amar, sufrir, odiar? Soy una extraña.

Salí a dar una vuelta, el pueblo era bastante grande, así que me era suficiente, para reflexionar.

Eran ya las siete. Hacía mucho frío, pero la gente, paseaba igual en la plaza. El cielo, era de un color rojo amarillento, y diminutos pájaros volaban en círculo.

¿Era mi destino, estar amargada, durante toda mi vida? La respuesta es, SÍ.

Todos, tenemos un futuro, bueno o malo. Aunque pensamos que son chorradas, no lo son, es una cosa más en el mundo.

Ya volvía sentirme triste, pero alguien me alegró el día.

- ¡Jordan!

- ¿ Stella? ¿ No tendrías que estar en casa? Hace mucho frío.

- Salí a dar una vuelta, necesitaba distanciarme un poco de todo.

- ¿También, necesitas distanciarte de mi? Si eso.. ya me voy.

- No, tenía ganas de verte. Te echaba de menos.

- ¿Seguro? 

- Sí.

Estuve, paseando hasta tarde con Jordan, me hacía sentir feliz, me hacía sentir bien, la sangre volvía a fluir cuando el estaba a mi lado.

- Mamá, ¿ Que hay para cenar?

- Esta noche, no cenamos aquí, nos vamos a un restaurante.

- Ah.... ¿ Que celebramos?

- Eeeh.. no celebramos nada, pero te prometí, que un dia, comeríamos como ricos. ¿Te acuerdas?

- Ah, vale, sí. ¿Vendrá papá?

- No hija, tu padre está muy ocupado con su trabajo.

- Será eso...

- ¿Que quieres decir?

- Mamá, sé que no viene, por que voy yo. No me quiere. Soy un nada para él.

- No digas esas cosas, sabes que es mentira.

- No, no es mentira. Es la pura verdad, y lo será siempre.

- Hija....

- Mamá, vámonos...

Llegando al restaurante, mis ojos vieron, lo que nunca me podría haber imaginado...